martes, 24 de marzo de 2009

Melancolía hi-fi

Love Song Vol 1
Christopher

Glénat, 2008
48 páginas / color
Precio: 14 euros
ISBN: 978-84-96815-00-1
http://www.edicionesglenat.es/

¿Escucho pop porque estoy deprimido o estoy deprimido porque escucho pop? Tamaña reflexión existencial es emitida por Rob Gordon (John Cusack), personaje principal de la película High Fidelity (2000). Dirigida por Stephen Frears, este filme está basado en la novela homónima del británico Nick Hornby que, publicada cinco años antes, sirve también de inspiración a la tetralogía Love Song (Glénat, 2008) del dibujante francés Christopher, cuyo primer volumen ha sido editado en nuestro país.
Pero mientras que el argumento de la película es realmente fiel al libro – sólo aparecen dos diferencias destacables entre el texto literario y el guión cinematográfico: en el primero, la historia transcurre en Londres y su protagonista se llama Rob Fleming; en el segundo, la acción tiene lugar en Chicago y la protagoniza Rob Gordon – el cómic coincide con novela y película apenas en la lograda caricaturización de ese friki aficionado a la música y la cultura pop y en las referencias constantes a una memoria musical colectiva a la hora de tejer una red de sentimientos agridulces universales.
Auténtico especialista en comedias de costumbres, Christopher ha conseguido con Love Song pergeñar una radiografía sentimental, cómica, melancólica y costumbrista de una generación que ahora se asoma con terror a los cuarenta. Lo hace a través de la historia de cuatro amigos que se resisten a disolver su grupo de música, Sleeping Watermelons, que montaron hace casi veinte años. Y no porque cabalguen la gran ola del éxito sino porque es lo único que les hace sentirse jóvenes. En este capítulo destacan los logrados flashbacks, juegos gráficos bien resueltos que contraponen los ensayos musicales del grupo a lo largo de los años.
Las coincidencias de Love Song con Alta Fidelidad / High Fidelity también se encuentran en su construcción. Mientras que la historia de Alta Fidelidad se estructuraba alrededor de un tragicómico «Top 5 de los fracasos sentimentales de Rob Gordon», en Love Song, en cambio, Manu, Sam, el Bolas y Greg, los cuatro amigos, darán por turnos su propia versión de sus aventuras / desventuras al respectivo ritmo de The Beatles, The Rolling Stones, The Who y The Kinks, sus grupos favoritos. Además, según quien sea el narrador, portada y contraportada parodian una cubierta legendaria de las cuatro bandas mencionadas - la primera hace referencia a los Beatles y a su disco Rubber Soul – mientras que sus capítulos son subtitulados con canciones del grupo homenajeado. En definitiva, una excelente combinación en dosis justas de humor, dramatismo, frikismo musical y nostalgia. http://www.ratondecomicteca.blogspot.com/

miércoles, 18 de marzo de 2009

Moonlight Blues (Astiberri, 2007)

Moonlight Blues
Stefano Casini
Astiberri
, 2007
48 páginas / blanco y negro
Precio: 8 euros
ISBN: 978-84-96815-00-1
http://www.astiberri.com/

Moonlight Blues (Astiberri, 2007) es un cómic escrito y dibujado por Stefano Casini (Livorno, Italia, 1958). Dibujante, diseñador, publicista y docente, el polivalente Casini comenzó su relación con el mundo del cómic a finales de la década de los setenta con la publicación de Hidrogeno. Después de dibujar personajes del ámbito de la ciencia ficción como Nathan Never, el italiano se ha dedicado en los últimos tiempos a novelas gráficas más personales y variadas como, por ejemplo, Firenze Estate, I demoni hano fame, Hasta la Victoria! o, la que nos ocupa, Moonlight Blues.
Sencilla y previsible, su historia está ambientada en los años cuarenta, en la ciudad de Nueva York y su guión haría las delicias del mismísimo Nino Frank, el crítico francés que pergeñó la expresión film noir o cine negro. Claro que no sería precisamente por su originalidad sino más bien por la respetuosa y escrupulosa presencia de todos los estereotipos del género, a saber: una ciudad infestada de timbas ilegales, combates de boxeo amañados, antros cuya eterna banda sonora son el blues y el jazz; escenarios donde se entremezclan poderosos mafiosos, delincuentes y matones a sueldo, ciudadanos corrientes, boxeadores fracasados, putas de bajos fondos, femmes fatales a lo Barbara Stanwyck o Lana Turner más mortíferas que la nicotina; o galanes sin muchos escrúpulos como Humphrey Bogart o Fred Macmurray. Todos ellos seres corruptos y / o corruptibles, desilusionados, cínicos y sucios que habitan un mundo sin esperanza. Si junto al discurrir de una narración, a todo ello se le añade el tratamiento sutil de dichos personajes, típico para este género cinematográfico, con el que la línea entre el bien y el mal queda difuminada, Moonlight Blues bien podría ser un calco del guión de una película de Howard Hawks, Orson Welles, Alfred Hitchcock u Otto Preminger, o de una novela de Agatha Christie o Raymond Chandler.
Pero la carencia de originalidad en el guión se suple con un tratamiento gráfico excepcional. Éste juega un papel esencial a la hora de crear ese ambiente fatalista de cómic noir. El uso del claroscuro a la hora de construir viñetas con sombras muy pronunciadas que envuelven todo en un halo asfixiante - a excepción de aquellas en las que se quiere reflejar cierta esperanza - es un nuevo guiño a las películas clásicas del género negro.
Otros elementos a destacar son la voz en off, narrador omnisciente que se explaya en el discurso, en contraposición con la concisión habitual del cómic y la eliminación de la común uniformidad de las historietas, donde las viñetas se componen de dibujo y globos de texto. Así, Casini introduce páginas donde la narración de los acontecimientos va por un lado y las viñetas mudas por otro. Esto termina dando al dibujo, realizado con líneas onduladas y sinuosas, una posición dominante frente al texto. En definitiva, Moonlight Blues es una lectura ligera y recomendable que hace pasar un rato entretenido.

lunes, 9 de marzo de 2009

La invención de la salchicha al curry (Glénat, 2008)


La invención de la salchicha al curry
Isabel Kreitz
Glénat, 2008
64 páginas / blanco y negro
Precio: 10 euros
ISBN: 978-84-8357-653-3
http://www.edicionesglenat.es/

Como refleja el título de la novela gráfica de la autora alemana Isabel Kreitz (Hamburgo, 1967), la muy popular y querida – en Alemania - salchicha al curry es el eje central de este cómic de ficción histórica. En realidad, La invención de la salchicha al curry (Glénat, 2008) se basa en la novela de Uwe Timm, Die Entdeckung der Currywurst (1993) donde se divaga sobre el origen de una receta que para muchos alemanes no es tema baladí. De forma oficiosa, el invento de la Currywurst se ha atribuido a la berlinesa Herta Heuwer de quien se dice coció, por vez primera, salchichas con salsa de tomate, curry, salsa de Worcestershire y otros condimentos el 4 de septiembre de 1949, en su puesto callejero de Kaiser-Friedrich-Straße, en Berlin-Charlottenburg. Esta fecha, más un mito que un dato real, sirve para demostrar la importancia que dan los berlineses a tal descubrimiento. Por ello, al afirmar Timm en su novela que el honor del descubrimiento correspondía a una tal Lena Brücker en un puesto de salchichas del Großneumarkt de Hamburgo, en 1947, se desató una agria polémica entre ambas ciudades. Esta cuestión de orgullo regional gastronómico se ha solucionado con sendas placas conmemorativas en Berlín y Hamburgo.
Irónica y divertida, pero también llena del dramatismo en sus viñetas se describen los últimos días de la II Guerra Mundial en un Hamburgo totalmente destruido donde chocan quienes aún confían ciegamente en el Reich y no tratan de ocultar su fanatismo; y aquellos otros que esperan la noticia del final de la guerra con un gran alivio. Precisamente ese reflejo de la vida de los habitantes de la ciudad, en un tiempo en que los acontecimientos se sucedían a ritmo frenético - la llegada de los aliados, el suicidio de Hitler, el fin de la guerra… - es lo más interesante de un cómic que cumple en lo gráfico sin grandes alardes, salvo por unas ilustraciones en blanco y negro donde el brillante tratamiento de luces y sombras delata la influencia de su gran modelo Will Eisner.
Die Entdeckung der Currywurst (2005) es un ejemplo clásico del trabajo de Isabel Kreitz, con sus protagonistas integrados en un contexto histórico y, particularmente, local. Considerada como una de las dibujantes más prestigiosas de Alemania - en 1997 fue distinguida con el premio a la mejor dibujante de cómic de su país - Kreitz destaca por su estudio meticuloso de los escenarios. De esta manera consigue atmósferas veraces a la hora de llevar al lenguaje del cómic sucesos históricos y políticos de la historia alemana. Curiosamente ésta no ha sido la primera incursión gastronómica de su autora, ya que Kreitz ya colaboró con la japonesa Junko Iwamoto en la obra Descubrir el sushi.

domingo, 1 de marzo de 2009

El antihéroe del grunge

Odio. integral vol. 3
Peter Bagge
La Cúpula, 2008
124 páginas / color
Precio: 18 euros
ISBN: 978-84-7833-848-1
http://www.lacupula.com/


Odio (Hate en el original) de Peter Bagge ha sido y es uno de las series más importantes del cómic independiente estadounidense y por ende mundial. Directo, bien armado, insolente, fresco, grosero e inteligente, salpicado de un singular sentido del humor, Odio supone una de las cumbres creativas de la historieta humorística americana durante la década de los 90, una visión ácida, lúcida e hilarante de la juventud americana, por otra parte no tan distinta de la española. Narra la vida cotidiana de Buddy Bradley, un veinteañero al que muchos han visto como representante arquetípico de la hace unos años tan cacareada Generación X. Una valoración desmentida en parte por el propio Bagge al afirmar que muchas de las vicisitudes por las que pasa Buddy están muy relacionadas con sus propias vivencias aunque actualizadas con un par de detalles en cuanto a moda, referencias musicales...
El personaje de Buddy Bradely, protagonista de Odio, surgió de The Bradleys, una de las sub-series que el autor publicaba en la revista Neat Stuff, en la que parodiaba a la familia media norteamericana y en la que Buddy jugaba el papel del hijo mayor adolescente. En 1990, tras cerrar Neat Stuff, Bagge decide centrar sus historias en un mismo personaje y lanzar desde el principio una nueva cabecera. El escogido sería Buddy, y el título de su nuevo cómic, Odio.
En 1998, tras alcanzar su número 30, Bagge le puso fin con la serie plenamente consolidada, después de haber colaborado con algunos de sus autores favoritos, como Beto Hernández, Robert Crumb, Adrian Tomine o Alan Moore.
Peter Bagge (Nueva York, 1957) está muy influido por las corrientes underground de los sesenta (Gilbert Shelton, Aline Kominski, Bill Griffith, Harvey Kurtzman, Tex Avery y, sobre todo, Robert Crumb) y por la escena punk neoyorkina. Posteriormente se mudó a Seattle lugar donde el personaje central de Odio arrastra su pereza, desidia e inadaptación visceral al modelo social y laboral propuesto por el Sistema rodeado de un reparto de personajes de variados tipos psicológicos en plena eclosión del grunge, hecho que queda reflejado de forma patente. Una curiosidad: el propio Bagge fue partícipe indirecto de dicho movimiento al realizar abundantes ilustraciones para sellos discográficos locales por aquella época.
En España, donde ha cosechado un éxito incluso mayor que en su país de origen, la serie ha sido publicada por La Cúpula, editorial que, desde mayo de 2008, ha lanzado una nueva recopilación.