miércoles, 22 de abril de 2009

Cuadernos de Tormentas (Planeta DeAgostini, 2008)









Cuaderno de Tormentas
Crónica de los deambulares por Ciudad Espanto
David Rubín
Planeta DeAgostini, 2008
112 páginas / color
Precio: 12,95 euros
ISBN: 978-84-674-6940-0

¿Por qué estaríamos dispuestos a vender nuestra alma? ¿Por belleza, inmortalidad, dinero, amor, un descenso continuado del Euribor…? El artista no se hace tantas preguntas. Lo tiene claro: la vendería por la creatividad infinita.
Con un formato que combina el cómic y el cuento ilustrado, el autor David Rubín (Orense, 1977) nos seduce con el viaje a los infiernos de un multipremiado dibujante de comics en pos de la inspiración. Éste se dejará guiar por una sombra demoníaca que promete llevarle a Ciudad Espanto, un mundo onírico donde inspiración y creatividad estarán a su alcance. El imprudente dibujante iniciará un tortuoso y extraño camino con su Cuaderno de Tormentas bajo el brazo. Después de cruzar «Los pilares del dolor», puente entre la realidad conocida y Ciudad Espanto, entrará en la urbe infernal. En ella paseará sin rumbo fijo por su calles y plazas, anotando en el Cuaderno las historias de sus desdichados habitantes. También consultará las novelas jamás publicadas en La Biblioteca de lo Nunca Escrito. Todas anegarán su mente hasta convertirlo en un habitante más de un mundo donde la realidad ha dejado de ser y sólo existe el lugar imaginado.
Rubín, fundador del colectivo Polaqia además de colaborador de revistas y fanzines del prestigio de TOS, BD Banda, Barsowia, Humo, Enfermo… es autor de meritorios trabajos como La tetería del Oso Malayo o El Circo del Desaliento. Pero con Cuaderno de tormentas: crónica de los deambulares por Ciudad Espanto se ha superado espectacularmente.
Durante la lectura de su nueva entrega editorial resulta evidente la influencia que sobre ésta ejercen obras universales como La Divina comedia de Dante o Fausto de Goethe, al igual que artistas como Max - quien, por cierto, es el autor de la brillante introducción -, Edward Gorey, H. P. Lovecraft, Tim Burton, Paul Pope, Jack Kirby, Neil Gaiman, Joann Sfar… Estas influencias son especialmente patentes en la atractiva estética del conjunto de la obra, bella poesía visual de poso terrorífico.
El esfuerzo realizado por Rubín a la hora de pergeñar esta historia sobresale cuando se admira la vistosa composición de unas páginas con grandes e imborrables viñetas puestas al servicio de la fluidez narrativa.
Cuaderno de tormentas gana con cada lectura. Siempre aparecen nuevos detalles e interpretaciones como si de una rayuela mágica se tratara. Quizá lo que menos importe de esta historia sea el final anunciado desde las primeras páginas. La descripción del trayecto, la frescura y la brillantez del dibujo, los coloridos personajes que va encontrando y sus historias, la ambientación y el adecuado uso del color son los verdaderos protagonistas. Por todo merece la pena obviar la advertencia de su prólogo: «Guarde tus espaldas, viajero, si con este cuaderno topas. Huye de las palabras y dibujos que contiene, pues son tan solo lastre y maldición para quien quiera atenderlas. ¡Huye si es que aún puedes!».