lunes, 27 de abril de 2009

1602 (Marvel / Panini, 2009)













1602
Neil Gaiman, Kubert e Isanove
Panini Cómics, 2009
21,95 euros
240 páginas
ISBN: 978-84-9885-171-7
www.paninicomics.es


La nueva y lujosa edición – ya es la tercera - de 1602 (Panini Cómics, 2009), acaba de llegar a los estantes de las librerías especializadas en forma de tomo único recopilatorio. Toda una alegría para los fans de la mítica miniserie de Marvel Comics. Y también para todos aquellos que aún no habían podido leer, por encontrarse descatalogada, una de las diez mejores series publicadas por La Casa de las Ideas, nombre con el que se conoce a la influyente editorial americana por su facilidad para la creación de personajes emblemáticos del género de superhéroes.
Publicada originalmente en ocho números, entre agosto de 2003 y abril de 2004, la obra nos presenta un argumento tremendamente original basado en una pregunta jamás antes planteada: ¿cómo serían y a qué se dedicarían los principales personajes de Marvel si en vez de haber aparecido en el siglo XX lo hubieran hecho 400 años antes?
El autor de tal trama fue el inglés Neil Gaiman, uno de los guionistas más aclamados del Noveno Arte. El genial creador de The Sandman, quien creciera artísticamente de la mano de su compatriota Alan Moore (Watchmen, V de Vendetta…), contó en el apartado gráfico con las ilustraciones de Andy Kubert (X-Men, Lobezno: Origen, Batman, Los Vengadores, Capitán América…); el coloreado directo de Richard Isanove y las portadas de Scott Mckowen. Un equipo de auténtico lujo que pergeñó ese Universo Marvel surgido en la época isabelina y que muestra, caracterizados con vestiduras de la época y roles definidos en aquella sociedad, con una brillantez y ambientación excelentes, sobre todo en cuanto a dibujos y colores, a los principales personajes franquicia de la editorial estadounidense: la Patrulla X, el Doctor Extraño, los 4 Fantásticos, Spiderman, Hulk, Magneto, Nick Furia… Resulta divertido ir descubriendo, entre personajes respetuosos con el decoro poético del siglo XVII como Sir Nicholas Furia, Stephen Extraño, Matthew Murdoch, Peter Parquagh, Carlos Javier, El Gran Inquisidor, Los nacidosbrujos, Los Cuatro del Fantastick , El conde Otto Von Muerte, Natasha, David Banner o El Anciano, a famosos superhéroes y supervillanos. Porque no todos se prestan tan rápido a ser reconocidos, como ocurre con Cíclope o Ángel. Por ejemplo es todo un reto encontrar al Capitán América, Thor o Magneto.
Gaiman había recibido absoluta libertad del todopoderoso editor jefe de Marvel, Joe Quesada, para la recreación y usó tal autonomía creativa sin tabúes pero también sin grandes pretensiones. Crecido artísticamente de la mano de su compatriota Alan Moore, Gaiman no se planteó 1602 como una obra en la que desarrollar un análisis emocional a la altura de su laureado The Sandman sino más como un divertimento puro y duro destinado a arrasar en las listas de ventas gracias al renombre de sus autores y al original escenario en el que se contextualizan los superhéroes de Marvel. Sea como sea, el resultado es una entretenida genialidad.