viernes, 24 de junio de 2011

Cómics para ser felices como lombrices

La ebullición del mercado editorial de la novela gráfica es incomparable. Bueno, si uno se encontrara como pez sobre una tarima, con una profesora de Ciencias mirándole inquisitoriamente a la jeta, solo y únicamente en ese caso se debería aventurar una respuesta. Entonces, el estado mostrado por el Eyjafjallajokull ['ei.jaˌfjatl.aˌjœ.kʏtl], durante los últimos años no estaría tan alejado. Eso sí, si finalmente se tomase la decisión de nombrar dicho volcán islandés debería hacerse con prudencia y nunca sin haber un otorrino cerca.
Retomando el tema, en estas líneas se proponen los títulos de 14 novelas gráficas con la capacidad de ofrecer al lector de cómics momentos muy placenteros en un periodo estival que asomó el fociquín.
Entre los seleccionados se encuentran cómics que narran vidas y sucesos de forma admirable y bien documentada, pero que no renuncian a su carácter novelesco y, en ocasiones, innovador. En esta primera categoría topamos con Carlos Gardel (Libros del zorro rojo), novela gráfica del tándem creativo argentino formado por el guionista José Muñoz y el dibujante Carlos Sampayo, un artista éste cuyo grafismo ha influido decisivamente en el estilo de historietistas como Dave McKean (The Sandman…); Warren Pleece (Deadenders…) o Frank Miller (Batman: Año Uno, Sin City, 300…).
También tenemos a Castro (Norma), la sorprendente biografía gráfica del controvertido líder cubano Fidel Castro realizada por el autor alemán Reinhard Kleist; o La huella de Lorca (Norma), de Carlos Hernández y El Torres, donde la vida del universal poeta andaluz discurre ante nuestros ojos a través de los testimonios de los que le rodearon.
Por su parte, Dublinés (Astiberri), del asturiano Alfonso Zapico, premio autor revelación de 2010 en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona, nos acerca a la vida y obra, a las penurias y grandezas, del escritor y dramaturgo irlandés James Joyce. Una novela gráfica maravillosa que ha precisado más de tres años de trabajo.
Lonely Surfer 1962 (Pasión por los Libros), la obra más extensa del también asturiano Santiago Cueto, presenta una historia, en gran parte biográfica, que trata de la vida de su hermano Félix Cueto, uno de los pioneros de la práctica del Surf en Asturias y muy posiblemente de toda España. En Lonely Surfer 1962 disfrutaremos con una historia llena de ternura y humor, bien ejecutada, que tiene lugar durante los años sesenta en escenarios muy reconocibles de Asturias como La Peñona, la playa de Salinas, la de San Balandrán
Más novelada y fantasiosa es Gauguin (Glénat), donde los franceses Li-An y Laurence Croix presentan la vida aventurera del pintor posimpresionista francés Paul Gauguin cuando en 1891, arruinado y enfermo, se embarca hacia la Polinesia.
En cuanto a realismo y tragedia pocas podrán competir con Chernóbil - La zona (Glénat, 2011). La obra de la ibicenca Natacha Bustos y del catalán Francisco Sánchez describe el accidente en la central nuclear ucraniana y sus consecuencias posteriores a través de la tres generaciones de una misma familia que, junto a muchas otras, se vieron obligadas a abandonar todo cuanto tenían.
Una judía americana perdida en Israel (Norma), de Sarah Glidden son las interesantísimas memorias de su viaje a través de Israel dentro del programa ‘derecho de nacimiento’ que ofrece a todos los judíos del mundo una visita pagada a Israel. Glidden, joven judía americana de izquierdas y favorable a la entrega de territorios por paz, describe su desasosiego al encontrarse con otros aspectos del conflicto israelo-palestino para ella desconocidos. 
Un desasosiego comparable al que provoca la lectura del primer volumen recopilatorio de American Splendor (La Cúpula), serie genial donde las haya en la que el ya fallecido guionista de cómics underground Harvey Pekar relató episodios de su vida durante décadas con ayuda de dibujantes del calibre de Robert Crumb, Greg Budgett, Gary Dumm, Gerry Shamray o Kevin Brown.
Entrando ya en el terreno de la ficción, en los últimos meses se han publicado la recopilación definitiva de la mítica serie negra 100 Balas (Planeta DeAgostini), del guionista estadounidense Brian Azzarello y del dibujante argentino Eduardo Risso; Los años dulces (Ponent Mon), lo nuevo de los japoneses Taniguchi y Kawakami; la surrealista y fascinante Agencia de viajes Lemming (Astiberri), del portugués José Carlos Fernandes, muy en la línea de Ben Katchor; y la enésima y no por ello mala versión de Alicia en el país de las maravillas (Panini), de Carroll, Moore, Reppion y Awano.
Ah, y para terminar, Sardina del Espacio 4 (Planeta Junior), un tebeo para el público más infantil y exigente pergeñado por los galos Joann Sfar y Emmanuel Guibert, dos de las principales figuras de la llamada Nouvelle BD.