Brian Azzarello y Eduardo Risso
Planeta DeAgostini, 2011
416 páginas / color
Precio: 40 euros
ISBN: 978-84-684-0206-2
La sed de venganza y la eterna lucha por ese auténtico y verdadero poder que se detenta entre las sombras son los ejes principales sobre los que gira el argumento de 100 Balas (100 Bullets, en el original inglés). Obra maestra del guionista Brian Azzarello (Cleveland, Ohio, 1969) y del dibujante Eduardo Risso (Córdoba, Argentina, 1959) fue publicada durante una década, entre agosto de 1999 y abril de 2009, con portadas de Dave Johnson.
Ahora, Planeta DeAgostini presenta la edición definitiva integral de la multipremiada y ya mítica creación de Azzarello y Risso que en tantas ocasiones ha sido aclamada como ‘la mejor serie negra de lo que va de siglo’. Y lo hace espectacularmente, en forma de maletín ‘a lo agente Graves’, sin pistola ni balas que no dejan rastro en su interior. Pero que contiene los cuatro tomos integrales (100 balas = cien números) en los que se ha dividido la magna obra. Estos volúmenes también están siendo editados por separado. Por ejemplo, el primero de ellos, cuya portada ilustra estas líneas, incluye los números del 1 al 25 de la edición original y cuenta con una brillante introducción del escritor y guionista de cómics sevillano José María Carrasco.
Entre las virtudes principales de 100 Balas destaca la perfecta armonía entre texto e imagen. Por una parte, los diálogos - ácidos, crudos, violentos, sarcásticos, llenos de dobles sentidos y juegos de palabras - recuerdan a los del genial Abulí en Torpedo 1936 y a los de películas de Tarantino como Pulp Fiction o Reservoir Dogs. Resultan perfectos para narrar las intrahistorias tipo matrioska – historias dentro de historias y a su vez dentro de historias y a su vez… - protagonizadas por personajes, en principio inconexos, que tienen pendiente algún ajuste de cuentas. Es a ellos a quienes visita el agente Graves con una propuesta cuanto menos interesante: pruebas de quién les arruinó la vida junto a un maletín con una pistola y 100 balas que no dejan rastro.
Por otra, la fascinante composición de páginas de Eduardo Risso (Fulú, Chicanos… ) rebosantes de escenas urbanas que, realizadas con su característico trazo simple y efectivo, parecen haber sido grafiteadas a ritmo de hip hop. A través de ellas pasean gangstas (los mafiosos raperos), crews (las pandillas), asesinos a sueldo, perdedores, borrachuzos y mujeres tan sensuales como peligrosas.
En definitiva, un título de cabecera para todos los indignados del mundo.