Stefano Casini
Astiberri, 2007
48 páginas / blanco y negro
Precio: 8 euros
ISBN: 978-84-96815-00-1
http://www.astiberri.com/
Moonlight Blues (Astiberri, 2007) es un cómic escrito y dibujado por Stefano Casini (Livorno, Italia, 1958). Dibujante, diseñador, publicista y docente, el polivalente Casini comenzó su relación con el mundo del cómic a finales de la década de los setenta con la publicación de Hidrogeno. Después de dibujar personajes del ámbito de la ciencia ficción como Nathan Never, el italiano se ha dedicado en los últimos tiempos a novelas gráficas más personales y variadas como, por ejemplo, Firenze Estate, I demoni hano fame, Hasta la Victoria! o, la que nos ocupa, Moonlight Blues.
Sencilla y previsible, su historia está ambientada en los años cuarenta, en la ciudad de Nueva York y su guión haría las delicias del mismísimo Nino Frank, el crítico francés que pergeñó la expresión film noir o cine negro. Claro que no sería precisamente por su originalidad sino más bien por la respetuosa y escrupulosa presencia de todos los estereotipos del género, a saber: una ciudad infestada de timbas ilegales, combates de boxeo amañados, antros cuya eterna banda sonora son el blues y el jazz; escenarios donde se entremezclan poderosos mafiosos, delincuentes y matones a sueldo, ciudadanos corrientes, boxeadores fracasados, putas de bajos fondos, femmes fatales a lo Barbara Stanwyck o Lana Turner más mortíferas que la nicotina; o galanes sin muchos escrúpulos como Humphrey Bogart o Fred Macmurray. Todos ellos seres corruptos y / o corruptibles, desilusionados, cínicos y sucios que habitan un mundo sin esperanza. Si junto al discurrir de una narración, a todo ello se le añade el tratamiento sutil de dichos personajes, típico para este género cinematográfico, con el que la línea entre el bien y el mal queda difuminada, Moonlight Blues bien podría ser un calco del guión de una película de Howard Hawks, Orson Welles, Alfred Hitchcock u Otto Preminger, o de una novela de Agatha Christie o Raymond Chandler.
Pero la carencia de originalidad en el guión se suple con un tratamiento gráfico excepcional. Éste juega un papel esencial a la hora de crear ese ambiente fatalista de cómic noir. El uso del claroscuro a la hora de construir viñetas con sombras muy pronunciadas que envuelven todo en un halo asfixiante - a excepción de aquellas en las que se quiere reflejar cierta esperanza - es un nuevo guiño a las películas clásicas del género negro.
Otros elementos a destacar son la voz en off, narrador omnisciente que se explaya en el discurso, en contraposición con la concisión habitual del cómic y la eliminación de la común uniformidad de las historietas, donde las viñetas se componen de dibujo y globos de texto. Así, Casini introduce páginas donde la narración de los acontecimientos va por un lado y las viñetas mudas por otro. Esto termina dando al dibujo, realizado con líneas onduladas y sinuosas, una posición dominante frente al texto. En definitiva, Moonlight Blues es una lectura ligera y recomendable que hace pasar un rato entretenido.