El invierno del dibujante
Paco Roca
Astiberri, 2010
128 páginas / color
Precio: 16 euros
ISBN: 978-84-92769-81-0
En El invierno del dibujante (Astiberri, 2010) del ilustrador Paco Roca (Valencia, 1969), Premio Nacional del Cómic 2008, se cuenta la salida de los autores estrella de la por entonces poderosa Editorial Bruguera que abandonaron para fundar una revista que les hiciera más libres. Una auténtica aventura romántica que apenas duró, en unos tiempos tremendamente oscuros para aquellos dibujantes que anhelaban mayores recursos y el control creativo de sus personajes. Porque en 1957, año en que se produjo esta rebelión artística, ser historietista era un oficio. Eran obreros de la viñeta, cobraban a tanto por página (o por viñeta), trabajaban a destajo, siguiendo unos patrones establecidos e inamovibles y se veían obligados a renunciar a sus originales y a sus derechos de autor a cambio del dinero cobrado.
Los cinco osados rebeldes fundadores de la revista Tío Vivo en 1957 fueron Carlos Conti, Guillermo Cifré, Josep Escobar, Eugenio Giner y José Peñarroya, autores de personajes tan inolvidables de la historieta española como Carioco, Tribulete, Zipi y Zape, Carpanta, el inspector Dan o don Pío, entre otros. Pero en esta historia apócrifa de la Editorial Bruguera también desfilan Rafael González, Vázquez, Víctor Mora, Armonía Rodríguez, Segura, Nadal, los hermanos Bruguera, Bernet, Ledesma, Francisco Ibáñez, Raf, Nené..., todos ellos con capítulo propio en la gran historia de la historieta española.
En cuanto a su estructura formal, El invierno del dibujante es un trabajo ambicioso. Su línea narrativa, constantemente rota en analepsias o flashbacks, se presenta como una ‘rayuela cortaziana’ exigente para el lector. Muy atractivas son también las ilustraciones a página completa que sirven de portadilla a cada capítulo y que muestran escenas cotidianas de la Barcelona de la época.
Como igualmente destacables son las seis páginas de textos de Antoni Guiral, experto en cómics de la Editorial Bruguera, y el epílogo escrito por el propio Paco Roca.